Alcudia y Pollensa, entre historia y arena fina

Comienza el día con la visita a Alcudia, un pueblo fundado por los romanos que ha sabido conservar su encanto auténtico. Pasea por sus calles adoquinadas bordeadas de casas históricas, descubre las ruinas romanas y explora las murallas medievales que rodean la ciudad. No te pierdas sus animadas plazas y las tiendas de artesanía local.

Tras una mañana llena de descubrimientos, llega al pintoresco pueblo de Pollensa. Tu primera parada será un almuerzo típico en un restaurante local, donde degustarás cocina mallorquina tradicional. Después, recorre los imprescindibles del pueblo: la iglesia de la plaza principal, sus callejuelas encantadoras y las impresionantes escaleras del Calvario (¡365 peldaños!) que conducen a una pequeña capilla templaria. Quienes lleguen a la cima serán recompensados con una vista espectacular.

Tras las visitas culturales, es hora de relajarse. La excursión termina en una de las playas más bonitas del norte de Mallorca, donde podrás nadar en aguas cristalinas, practicar snorkel o simplemente descansar bajo el sol. ¡El broche perfecto para un día lleno de emociones!