Cap Blanc, acantilados vertiginosos y tortugas

Nada más llegar al faro de Cap Blanc, las vistas panorámicas sobre las aguas cristalinas del archipiélago de Cabrera te dejarán sin aliento. El paseo comienza con la visita a una torre de vigilancia del siglo XVI, testigo de las épocas en las que Mallorca se defendía de las incursiones piratas.

Continuando el camino, atravesarás la típica garriga mediterránea. Aquí abundan la flora y la fauna: reptiles, pequeños mamíferos y tortugas autóctonas se esconden entre los arbustos. Cada paso está acompañado de anécdotas fascinantes que tu “Amigos” compartirá contigo sobre la historia y los secretos de la zona.

Tras esta inmersión en la naturaleza, disfruta de un picnic con productos típicos mallorquines en un entorno privilegiado. Degustarás especialidades locales mientras contemplas el paisaje.

Los relatos de incursiones piratas añaden una dimensión épica a esta excursión antes de que el camino te lleve a una playa secreta, conocida solo por unos pocos. Allí podrás elegir entre darte un baño refrescante, hacer snorkel para descubrir el fondo marino o simplemente relajarte al borde del agua.